Está claro que el simple hecho de hacer malabares no es dificil y además, desde que se aplica el siteswap, cumple leyes matemáticas predecibles. El sueño de que cualquier actividad del hombre sea realizada por máquinas lleva con nosotros desde la Antigüedad y, sobre todo en los últimos 100 años, muchas de esos sueños ya se han hecho realidad. Pero el ser humano no para de ponerse retos y parece que se empieza a vislumbrar una máquina que haga malabares, al menos con tres bolas.
Viendo la evolución de esos robots, pasamos desde los de hace unas décadas, con un mucho de romanticismo y encanto, a los más recientes que dan casi algo de miedo (pero no dan tanta grima como éste), aunque aún son demasiado toscos. Empecemos con el más antiguo, mucho de artesanal y pericia para conseguir que lo rudimentario funcione. Que tiemblen los malabaristas de rebote.
Algo más elaborado parece el robot Sarcoman, que no sólo hace malabares con tres bolas con sus mano-cestas si no que también se atreve con los devil stick.
Luego hay otros de tecnología punta, que si bien no están pensados para hacer malabares, han comprobado que estan cerca de hacerlo en un futuro. Os dejo con el versátil Quadrotor (hacer click para ver) y además el enlace para ver un curiosísimo robot que no se cansa de dar toques con la pala de pingpong.
La verdad es que no sé por qué se molestan en hacer estos robots cuando de todos es sabido que ya hay robots entre los malabaristas, y dan mucho el pego, parecen casi humanos:
Thomas Dietz, actual presidente de la WJF y uno de los mejores (y más divertidos) malabaristas de números del mundo.
Con ustedes, Vova Galchenko, el ruso de oro de la WJF.
Sí, son 10 minutos de Gatto haciendo 7 bolas sin mover los pies. Este hombre está claramente veinte escalones por encima del resto (ya escribí sobre él hace tiempo, haz click aquí para saber más).
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