

Todo lo logra mediante la aparentemente fácil fórmula de combinar el baile de las burbujas con ciertas dosis de humor (principalmente por el actor ayudante Isaías Antolín) y el pianista Roc Sala, que nos deleita con un repertorio cuidadosamente elegido y siempre ejecutado para que case perfectamente con lo que estamos viendo. El conjunto es un maravilloso y poético espectáculo que te llena de sensaciones agradables, con una sonrisilla asomando durante todo el rato, sólo rota cuando abres la boca para exclamar "oohhs" y "aahhs" que salen del niño que llevas dentro y está deseando ir al escenario a jugar con Pep.
Para rematar, subscribo las palabras de Lau Delgado, en la presentación del show: Prepárense pues a disfrutar de una hora de belleza de la nada. Prepárense para recordar los motivos por los que, cuando vivimos, tenemos la sensación de que la vida es un círculo perfecto de felicidad sin fisuras.
Lo dicho, muy recomendable y sólo hasta el 18 de octubre en Madrid.
También os dejo unas crónicas escritas por gente que sabe hacerlo:
también estuve ayer, parece que nos perseguimos :-)
ResponderEliminarun saludo
que pasa crac!
ResponderEliminarno conocía tu pasión por los comics, pero veo que tienes buen gusto.
en realidad es todo mucho más jodido que lo que parece en el blog. es coña.
un abrazo y nos vemos pronto!
iñaki