Las redes sociales han cambiado la forma de relacionarnos entre las personas y también la forma en que nos relacionamos con nuestro medio. Cada red social tiene sus características y su público objetivo, y el circo está presente en todas ellas, de una u otra forma.
Youtube sería el gran depositario de vídeos de circo, ideal para colgar actuaciones completas de circo, shows largos, vídeos históricos, rutinas de entrenamiento, tutoriales e incluso pequeños trailers para promoción. En Vimeo tienden a alojarse vídeos que huyen de las restrictivas y a veces arbitrarias políticas de privacidad y derechos de autor de Youtube, concentrando la mayoría de vídeos largos y en alta calidad de las principales compañías y escuelas occidentales (muchos de ellos en modo privado). Facebook presenta unas características muy completas para su uso desde el punto de vista del profesional, ya que permite un gran alcance de tus promociones, también subir vídeos, participar en grupos y comunidades, etc. Aunque la realidad es que lleva ya unos años estancada y con poco poder de atracción para el nuevo público. También se han realizado redes sociales específicas para el sector circense, como la americana CircusTalk, con resultados dispares en cuanto a su uso y utilidad. Luego está Twitter, en la que el circo no termina de encontrar su hueco ya que no parece diseñada para que este tipo de contenidos repercutan.
La red social más en forma del momento es Instagram, con permiso de TikTok que está en plena ebullición. Su interfaz está diseñada para que pases muchas horas al día buceando en su contenido a través del móvil. Es, en todos sus ámbitos, una especie de culto a la belleza y el circo no escapa a esto: abundan los momentos felices, los cuerpos perfectos, las grandes proezas y los trucos imposibles, todo en imágenes muy editadas o en vídeos cortos, de menos de 1 minuto. La limitación de los hipervínculos y la escasez de texto no invitan a las reflexiones, la docencia o la historia.
El mejor ejemplo de esta perfección ensalzada es la cuenta Circus Around the World, creada por el excelente acróbata Ron Oppenheimer. En ella, se "repostean" vídeos de artistas de todo el mundo realizando trucos de diferentes disciplinas circenses. Siempre son cosas increíbles, trucos de esos que salen una vez de cada mil, contorsiones extremas, acrobacias al límite, el más difícil todavía casi siempre en un gimnasio y rara vez en un escenario. Es excelente para ver por dónde andan los límites humanos y disfrutar con una sarta de vídeos cortos que te dejarán con la boca abierta. Olvídate de ver si esos fragmentos forman parte de un número más largo o una obra original, no pretendas saber algo más que el nombre del artista en cuestión.
Vídeos en Circus Around The World (click para visualizarlos)
Si una persona que quiere iniciarse en el circo solo usase Instagram podría pensar que ese tipo de imágenes son la normalidad cuando no deja de ser un extremo del enorme abanico que son las artes circenses. Podría pensar que si no tiene una fuerza sobrehumana, una flexibilidad que roce la patología o habilidades dignas del Libro Guinness de los Récords no va a poder llegar a algo en el circo, cuando la realidad es justo lo contrario. Detrás de esas imágenes hay miles de horas de entrenamiento y cientos de tomas no publicadas con los fallos y caídas. No se ven tampoco a los artistas que, sin un higlight tan vistoso, tienen un número o show que arrasa allá donde va. Es llevar al circo también a la cultura de usar y tirar, hoy veo este vídeo pero mañana me he olvidado porque consumo otros diez vídeos similares, cada cual más corto que el anterior, que la atención ya no da para más.
Por eso hay cuentas que sirven como complemento perfecto, para poner los pies en la tierra y, de paso, sacarnos una sonrisa. Es el caso de Not So Acrobats, creada en 2017 por un colectivo internacional de artistas de circo, que "querían iluminar y sacar unas risas a la comunidad circense, mostrar que incluso los profesionales del circo cometen errores, que no somos perfectos". Con 57000 seguidores actualmente y bajo el lema "entrenar es amargo", anima a cualquiera a enviarle sus vídeos para postearlos. Son vídeos de caídas en entrenamientos y shows, de fallos garrafales, golpes de todos los colores que suelen arrancar una sonrisa al espectador, pero también una reflexión. En palabras de uno de sus creadores (que prefiere mantenerse en el anonimato): "el éxito de la cuenta se debe a que hace entender la dificultad del mundo del circo, muestra que lleva muchas horas de práctica llegar a ser un profesional... y también que a todos nos gusta ver a otra gente caerse".
Vídeos en Not So Acrobats (haz click en la imagen para visualizarlos)
Por supuesto hay miles de cuentas más para seguir, de pequeñas y grandes compañías, de artistas más o menos conocidos, de salas que programen circo, de festivales, etc. Todas ellas en conjunto permiten hacerse una pequeña idea de lo enorme y diverso que es el circo. Además, podemos compaginar varias redes para tener una visión aún más global. No nos quedemos solo con lo que brilla unos segundos, disfrutemos del proceso, del camino y de los resultados, cortos y largos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario