Diez ediciones, parece mentira. De lo que fue un discreto cabaret de fin de curso y unos talleres por la tarde a lo que es hoy día el EUCIMA. El Encuentro Universitario de Circo de Madrid se ha convertido en el gran encuentro de referencia en nuestro país, por número de participantes, por instalaciones, por su gala y por muchas cosas más. Este año, del 19 al 22 de abril se celebró su décima edición y volvió a repetir su éxito.
Tras un comienzo dubitativo por parte de las organizadoras, a las que el volumen de trabajo en el horizonte les (nos) llena de barro los pies a la hora de tomar la decisión de arrancar, el X EUCIMA fue una realidad. La respuesta de la gente fue espectacular, con una venta total de todas las entradas (¡1140!) en tiempo récord. El recinto y las instalaciones tienen una capacidad limitada (también las fuerzas de la organización), por eso desde hace varias ediciones el aforo está limitado. Aprovechamos estas líneas también para agradecer a la Universidad Complutense la cesión de espacios y a la Casa del Estudiante por su apoyo logístico y económico.
Aquí va un resumen de lo que se vivió en estas intensas 4 jornadas de circo.
Circo Social
Una de las actividades que más ha crecido en los últimos años. En esta edición, las IV Jornadas de Circo Social del EUCIMA se han dividido en dos días: el jueves, donde entremezclaron fundaciones y colectivos que trabajan diferentes ámbitos del circo, así como también otras formas artísticas relacionadas con la intervención social: el teatro de las oprimidas. De este modo, Contaminando Sonrisas explicó las dificultades para introducirse en zonas de conflicto para desarrollar su trabajo; Fundación Theodora nos hizo experimentar la expresión corporal como forma de contacto y comunicación con personas de diversidad funcional; otros grupos como CCIC La Tortuga (teatro social) o Donyet Ardit (pedagogías de circo) pusieron sobre la mesa debates y preguntas –sin respuesta- sobre qué entendemos por social, por cambio, por arte como herramienta, etc. La continuación de las Jornadas al día siguiente estuvieron enfocadas a la perspectiva de género, donde se habló sobre el imaginario de la mujer en el circo a lo largo de la historia y el panorama actual de la misma. Participó en la charla María Folguera, actual directora del Price, se facilitó un espacio abierto a todas las cirqueras para hablar sobre la posición que ocupan, concluyendo finalmente en una performance durante las olimpiadas. Quizá todas las participantes salimos con más dudas y preguntas interiores que con las que entramos, pero sí que nos aclaró una cosa: salimos más convencidas de la fuerza que posee el circo, y en general las artes, como herramienta de cambio social.
Espectáculos de calle.
Desde el mismo jueves en que ya esperaban el espectáculo de calle de Acrobàcia Mínima con su cuidada obra Seu-te, en la que con unas sillas invitan a participar al público y conquistarlo. El viernes se pudo disfrutar de Las Primas, una irreverente compañía integrada completamente por mujeres y que mezclan música en directo, circo y humor.
Talleres.
Y otro año más los asistentes pudieron disfrutar de una gran variedad de talleres. Talleres de malabares tanto técnicos como de creación, de portes acrobaticos que dominaron la programación con diferentes niveles, de verticales, de monociclo, rueda Cyr, báscula, aéreos, acroyoga e incluso yoga matutino para despertar. Un año más el trapecio volante que dominó el cielo del EUCIMA, permitiendo a muchas personas realizar el sueño de volar durante unos segundos.
El pabellón de la Facultad de Educación cedido por la Universidad Complutense pudo ver muchos de estos talleres y gente practicando y lo que es más importante, compartiendo sus conocimientos a todas horas.
Conciertos.
Porque la música y el circo siempre han estado muy ligados, en el EUCIMA no pueden faltar los conciertos, que bajo una carpa suenan mucho mejor. Ya el mismo jueves recibía a los primeros inscritos la batucada de Tabarilea; y esa misma noche el concierto de Alicia Vatra, que con su energía levantó al público inmediatamente. El sábado venía doble ración de conciertos, primero a los gallegos Folkólicos, que mezclan folk y rock; y después Alpargata, un grupo difícilmente clasificable, lleno de rumba y humor.
Cabaret de Circo.
Es el momento de disfrutar de circo bajo la carpa. Este año, el cabaret fue presentado por Ana y Mariluz, que se metieron en el papel de dos rusas ambas venidas del Teatro del Delirio. Entre las artistas que participaron contamos con Gracie y su trabajado número de hulahoops; Erika y la emoción puesta en las telas aéreas; Abdul con su juego de sombreros y acrobacias, siempre con una sonrisa; Germán protagonizando un número de clown flamenco y malabares con pelotas; Anita danzando con originalidad verticales y malabares con pelotas; Dani Blasco dando un mágico toque luminoso con sus diábolos; Ariñe y Páez portando y dejando ser portadas en forma de forzudas y, para terminar, Violeta al piano poniendo notas musicales a cada paso que Javi Truquelos daba en su escalera de equilibrios.
Mañana familiar.
Convocada para el sábado 21 de Abril es la mejor forma de introducir el circo en todas las edades. Las personas más pequeñas de la familia pudieron hacer sus primeros pinitos, nunca mejor dicho, en las nuevas disciplinas, mientras que las más mayores observaban y se atrevían a crear y perfeccionar las técnicas ya aprendidas. El espectáculo Circonciencia, con su manera didáctica y divertida de mezclar los compuestos químicos y los portes acrobáticos, entre otras muchas sorpresas, puso el broche final a una mañana de juegos, sonrisas y mucho circo.
La Gran Gala
El sábado es el día de la Gran Gala de Circo Internacional, celebrada nuevamente en el Teatro Circo Price de Madrid. Uno de los eventos más esperados del panorama circense y que volvió a colgar el cartel de "no hay entradas". Este año contó con Marta Sitjà como presentadora, la payasa realizó una presentación reivindicativa y atrevida, y también formó una buena pareja con Daniel Esteban, con sus entradas de acrobacia con pelota. La música en directo volvió a correr por parte de Ombligo, dando ese toque de calidad que completa al circo. Abrió la noche Michael Zandl, un joven austriaco que presentó un cuidadísimo y original número de sombreros. Después era el turno de Tripotes, una compañía hispano-suiza con su divertido número de báscula, acrobacias y pelotas de ping-pong. Nata Galkina con sus antipodismos demostró que se puede unir la disciplina rusa con la contemporaneidad. Una Bennet es una estadounidense que actualmente es referencia en cuerda lisa, y demostró por qué con su exhibición de fuerza y talento. También se pudo disfrutar del malabarista más en forma del momento, Wes Peden, que realizó un extracto de su show Zebra, lleno de investigación y combinaciones imposibles. Cerraba la noche la espectacular actuación de danza en monociclo de los japoneses Nano Kamata y Kenya Toyosawa, llena de belleza y espectacularidad. El público no pudo más que aplaudir de pie durante varios minutos y obligar a los artistas a salir a saludar en varias ocasiones.
Batalla de aéreos.
Después del subidón de la Gala, se volvió a convocar por segundo año esta divertida batalla. 24 participantes divididos en 8 grupos de 3 personas, derrocharon trucazos, personalidad y buenrrollismo durante las 3 rondas en las que se fueron eliminando equipos mediante aplausómetro. En la primera ronda subieron uno a uno todos los participantes, ofreciendo un variado repertorio de arrojes, dinámicos y figuras. La segunda ronda dio paso a pruebas más creativas, como actuar con los ojos tapados, con aletas en los pies y hasta mordiendo una cebolla. Dos equipos que llegaron a la disputada final, pero la desenrolada doble libre a nudo de pie que dejó sin aliento a todos fue el momento que decidió la victoria a favor del grupo formado por Abdul (#calisthenicscircus), Ana Lira y Manuel Espinosa. Estos se llevaron los premios: telas de 16 metros (patrocinio de Ribes y Casals) y de 12 metros donadas por las asociaciones Scimmie Volanti y Circo Diverso.
Olimpiadas y lanzada.
Todo encuentro de circo se ve casi obligado a cerrar su programación con las olimpiadas, ese momento donde las últimas fuerzas se gastan en unas competiciones muy peculiares y donde a veces no parece importar quién gana. En pocas ocasiones se verá a los "perdedores" felicitar con tantas sonrisas a los ganadores. Este año volvieron a estar patrocinadas por JuegosMalabares.com Curiosamente, pese a estar de aniversario, este año no hubo ninguna prueba ganada por la organización.
Después ya viene, antes de la comida popular, el momento de la lanzada. Momento para reunirse junto a la carpa, coger los aparatos que uno desee, contar hacia atrás, mirar al cielo, lanzar con todas tus fuerzas y gritar. "Tres, dos, uno, ¡EUCIMA!"
PD: esta es una crónica colaborativa, gracias todas esas personas que han dedicado unos minutos de su tiempo a escribir su parte.
Tras un comienzo dubitativo por parte de las organizadoras, a las que el volumen de trabajo en el horizonte les (nos) llena de barro los pies a la hora de tomar la decisión de arrancar, el X EUCIMA fue una realidad. La respuesta de la gente fue espectacular, con una venta total de todas las entradas (¡1140!) en tiempo récord. El recinto y las instalaciones tienen una capacidad limitada (también las fuerzas de la organización), por eso desde hace varias ediciones el aforo está limitado. Aprovechamos estas líneas también para agradecer a la Universidad Complutense la cesión de espacios y a la Casa del Estudiante por su apoyo logístico y económico.
Aquí va un resumen de lo que se vivió en estas intensas 4 jornadas de circo.
Circo Social
Una de las actividades que más ha crecido en los últimos años. En esta edición, las IV Jornadas de Circo Social del EUCIMA se han dividido en dos días: el jueves, donde entremezclaron fundaciones y colectivos que trabajan diferentes ámbitos del circo, así como también otras formas artísticas relacionadas con la intervención social: el teatro de las oprimidas. De este modo, Contaminando Sonrisas explicó las dificultades para introducirse en zonas de conflicto para desarrollar su trabajo; Fundación Theodora nos hizo experimentar la expresión corporal como forma de contacto y comunicación con personas de diversidad funcional; otros grupos como CCIC La Tortuga (teatro social) o Donyet Ardit (pedagogías de circo) pusieron sobre la mesa debates y preguntas –sin respuesta- sobre qué entendemos por social, por cambio, por arte como herramienta, etc. La continuación de las Jornadas al día siguiente estuvieron enfocadas a la perspectiva de género, donde se habló sobre el imaginario de la mujer en el circo a lo largo de la historia y el panorama actual de la misma. Participó en la charla María Folguera, actual directora del Price, se facilitó un espacio abierto a todas las cirqueras para hablar sobre la posición que ocupan, concluyendo finalmente en una performance durante las olimpiadas. Quizá todas las participantes salimos con más dudas y preguntas interiores que con las que entramos, pero sí que nos aclaró una cosa: salimos más convencidas de la fuerza que posee el circo, y en general las artes, como herramienta de cambio social.
Desde el mismo jueves en que ya esperaban el espectáculo de calle de Acrobàcia Mínima con su cuidada obra Seu-te, en la que con unas sillas invitan a participar al público y conquistarlo. El viernes se pudo disfrutar de Las Primas, una irreverente compañía integrada completamente por mujeres y que mezclan música en directo, circo y humor.
Foto: Javi Contreras |
Talleres.
Y otro año más los asistentes pudieron disfrutar de una gran variedad de talleres. Talleres de malabares tanto técnicos como de creación, de portes acrobaticos que dominaron la programación con diferentes niveles, de verticales, de monociclo, rueda Cyr, báscula, aéreos, acroyoga e incluso yoga matutino para despertar. Un año más el trapecio volante que dominó el cielo del EUCIMA, permitiendo a muchas personas realizar el sueño de volar durante unos segundos.
El pabellón de la Facultad de Educación cedido por la Universidad Complutense pudo ver muchos de estos talleres y gente practicando y lo que es más importante, compartiendo sus conocimientos a todas horas.
Conciertos.
Porque la música y el circo siempre han estado muy ligados, en el EUCIMA no pueden faltar los conciertos, que bajo una carpa suenan mucho mejor. Ya el mismo jueves recibía a los primeros inscritos la batucada de Tabarilea; y esa misma noche el concierto de Alicia Vatra, que con su energía levantó al público inmediatamente. El sábado venía doble ración de conciertos, primero a los gallegos Folkólicos, que mezclan folk y rock; y después Alpargata, un grupo difícilmente clasificable, lleno de rumba y humor.
Cabaret de Circo.
Es el momento de disfrutar de circo bajo la carpa. Este año, el cabaret fue presentado por Ana y Mariluz, que se metieron en el papel de dos rusas ambas venidas del Teatro del Delirio. Entre las artistas que participaron contamos con Gracie y su trabajado número de hulahoops; Erika y la emoción puesta en las telas aéreas; Abdul con su juego de sombreros y acrobacias, siempre con una sonrisa; Germán protagonizando un número de clown flamenco y malabares con pelotas; Anita danzando con originalidad verticales y malabares con pelotas; Dani Blasco dando un mágico toque luminoso con sus diábolos; Ariñe y Páez portando y dejando ser portadas en forma de forzudas y, para terminar, Violeta al piano poniendo notas musicales a cada paso que Javi Truquelos daba en su escalera de equilibrios.
Una Bennet. Foto: Eva Llorca |
Mañana familiar.
Convocada para el sábado 21 de Abril es la mejor forma de introducir el circo en todas las edades. Las personas más pequeñas de la familia pudieron hacer sus primeros pinitos, nunca mejor dicho, en las nuevas disciplinas, mientras que las más mayores observaban y se atrevían a crear y perfeccionar las técnicas ya aprendidas. El espectáculo Circonciencia, con su manera didáctica y divertida de mezclar los compuestos químicos y los portes acrobáticos, entre otras muchas sorpresas, puso el broche final a una mañana de juegos, sonrisas y mucho circo.
La Gran Gala
El sábado es el día de la Gran Gala de Circo Internacional, celebrada nuevamente en el Teatro Circo Price de Madrid. Uno de los eventos más esperados del panorama circense y que volvió a colgar el cartel de "no hay entradas". Este año contó con Marta Sitjà como presentadora, la payasa realizó una presentación reivindicativa y atrevida, y también formó una buena pareja con Daniel Esteban, con sus entradas de acrobacia con pelota. La música en directo volvió a correr por parte de Ombligo, dando ese toque de calidad que completa al circo. Abrió la noche Michael Zandl, un joven austriaco que presentó un cuidadísimo y original número de sombreros. Después era el turno de Tripotes, una compañía hispano-suiza con su divertido número de báscula, acrobacias y pelotas de ping-pong. Nata Galkina con sus antipodismos demostró que se puede unir la disciplina rusa con la contemporaneidad. Una Bennet es una estadounidense que actualmente es referencia en cuerda lisa, y demostró por qué con su exhibición de fuerza y talento. También se pudo disfrutar del malabarista más en forma del momento, Wes Peden, que realizó un extracto de su show Zebra, lleno de investigación y combinaciones imposibles. Cerraba la noche la espectacular actuación de danza en monociclo de los japoneses Nano Kamata y Kenya Toyosawa, llena de belleza y espectacularidad. El público no pudo más que aplaudir de pie durante varios minutos y obligar a los artistas a salir a saludar en varias ocasiones.
Kenya y Nano. Foto: Eva Llorca |
Batalla de aéreos.
Después del subidón de la Gala, se volvió a convocar por segundo año esta divertida batalla. 24 participantes divididos en 8 grupos de 3 personas, derrocharon trucazos, personalidad y buenrrollismo durante las 3 rondas en las que se fueron eliminando equipos mediante aplausómetro. En la primera ronda subieron uno a uno todos los participantes, ofreciendo un variado repertorio de arrojes, dinámicos y figuras. La segunda ronda dio paso a pruebas más creativas, como actuar con los ojos tapados, con aletas en los pies y hasta mordiendo una cebolla. Dos equipos que llegaron a la disputada final, pero la desenrolada doble libre a nudo de pie que dejó sin aliento a todos fue el momento que decidió la victoria a favor del grupo formado por Abdul (#calisthenicscircus), Ana Lira y Manuel Espinosa. Estos se llevaron los premios: telas de 16 metros (patrocinio de Ribes y Casals) y de 12 metros donadas por las asociaciones Scimmie Volanti y Circo Diverso.
Foto: Mercedes Ortuño |
Olimpiadas y lanzada.
Todo encuentro de circo se ve casi obligado a cerrar su programación con las olimpiadas, ese momento donde las últimas fuerzas se gastan en unas competiciones muy peculiares y donde a veces no parece importar quién gana. En pocas ocasiones se verá a los "perdedores" felicitar con tantas sonrisas a los ganadores. Este año volvieron a estar patrocinadas por JuegosMalabares.com Curiosamente, pese a estar de aniversario, este año no hubo ninguna prueba ganada por la organización.
Después ya viene, antes de la comida popular, el momento de la lanzada. Momento para reunirse junto a la carpa, coger los aparatos que uno desee, contar hacia atrás, mirar al cielo, lanzar con todas tus fuerzas y gritar. "Tres, dos, uno, ¡EUCIMA!"
Foto: Mercedes Ortuño |
PD: esta es una crónica colaborativa, gracias todas esas personas que han dedicado unos minutos de su tiempo a escribir su parte.
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