Qué mejor día que hoy, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, para continuar con la serie de Cirqueras, en esta ocasión más enfocada a artistas actuales y con una introducción de Raquel Tello, a la cual agradezco mucho su colaboración (para leer la primera parte, haz click aquí).
¿Preparadas? ¿Listas? ¡Ya!
La presencia de la mujer en el circo actual sigue siendo claramente menos notoria; así lo demuestra la cantidad de espectáculos donde no hay o es muy baja su aparición, o la poca cantidad de talleres de gran repercusión impartidos por ellas; pero no me quiero centrar tanto en cuál es su presencia, sino en cómo es dentro del circo ahora mismo. La mujer cirquera ha estado generalmente- aunque quiero recalcar que no siempre- ligada a una imagen en que se ensalzan más los aspectos de un “erotismo delicado” en vez de resaltar su técnica o su nivel.
Y aunque siga habiendo una mirada todavía tradicional hacia las cirqueras, ha surgido también, desde hace varios años, la idea de desmontar este estereotipo. Porque cuando se te ha etiquetado desde siempre como algo que no eres, llega un momento en que te toca romper con ello. Porque lo personal es político. Y el circo, además de una forma de ganarse la vida, es convertido también en una herramienta transgresora.
Y ahí reside el cambio de paradigma; aunque todavía no de forma inminente, esta nueva presencia se centra en una nueva forma de mirar el cuerpo de la mujer. Más concretamente, cómo ellas ven su propio cuerpo: es este, con estas características, estos límites, con esta forma de trabajo, con esta rutina. Esto es lo que yo he experimentado y probado con mi cuerpo, y ahora te lo enseño. Antes, mero espectáculo para tu forma de mirar. Ahora, tu espectáculo desde mi perspectiva. Mostrando mi habilidad, mi técnica y mi expresión. Y si quiero, mi erotismo. Así es como han surgido nuevos colectivos y compañías como PDF (portés de femmes), o la de Yäelle Antoine, o la performance mezclada con circo de Angela Laurier, Elena Zanzu y Layla Rosa, todas ellas con un denominador común: romper con el estereotipo clásico de la mujer dentro del circo. Y ya de paso, el de la mujer en general.
Por supuesto que se sigue dando la imagen más tradicional. Pero que quede claro: cada vez esta imagen tiene menos presencia, o por lo menos el camino va en esta dirección. Ahora la mujer se muestra como siempre ha sido: fuerte, con callos y con nivel en sus números. Con mucho nivel.
1) Darya Vintilova. Ucraniana, trapecista, veterana artista del Circo del Sol. Probablemente la actuación con más energía que he visto en directo. La capacidad de esta mujer de levantar al público, de transmitir su disfrute por los aires y los saltos que ejecuta hacen que sea una actuación difícilmente olvidable. Ojito a la suelta final.
2) Anni Küpper. Malabarista alemana, conocida en esta casa, donde se le tiene predilección. Anni ha ido forjando un estilo propio, muy centrado equilibrios y manipulaciones de mazas. Siempre presenta creaciones novedosas y suele gustar en escena. Además, ha colaborado con revistas de circo y en el blog se le tradujo un interesante texto sobre las mujeres malabaristas.
3) Ines Brunn. Que su ilustre y malabarístico apellido no lleve a confusión. Ines no hace malabares, hace trucos endiablados en su bici acrobática. Disciplina deportiva de mucha tradición en su Alemania natal, Ines supo darle el toque artístico necesario para lucir esas acrobacias. Además, tiene una curiosa historia personal: hace años se fue a vivir a China para gestionar allí una tienda de bicicletas tipo "fixie".
4) Selyna Bogino. Hija de la mítica antipodista Consuelo Reyes, de la que ya hablamos en la pasada entrega de Cirqueras. Selyna es italiana y, como artista criada en un circo, desde muy pequeña comenzó a destacar en los antipodismos. Su estilo es muy similar al de su madre, pero le añade un punto extra de energía y algunos trucos de muy alto nivel, sobre todo cuando llega la hora de manejar balones de baloncesto.
5) Jatta Borg. Verticalista finlandesa formada en Toulouse. A veces no hay mucho más que decir salvo: nivelazo e investigación. Mejor ver.
6) Marianna de Sanctis. El hula hoop siempre ha sido practicado mayoritariamente por mujeres. En los encuentros de circo es muy fácil ver a decenas practicando. Por desgracia, los números sobre escenario no abundan y suelen ser algo repetitivos. Afortunadamente podemos disfrutar de mujeres como Marianna, empeñada en romper con todo y ofrecer cosas muy novedosas.
7) Marie Molliens. Rasposo es una afamada compañía francesa de circo contemporáneo. La familia Molliens es la creadora, y Marie su principal artista. Multidisciplinar, Marie se atreve con las acrobacias, la barra rusa y los mano a mano, pero donde de verdad asombra es sobre el cable. Que nadie se pierda la posibilidad de verla en directo, es una maravilla de actuación.
¿Preparadas? ¿Listas? ¡Ya!
La presencia de la mujer en el circo actual sigue siendo claramente menos notoria; así lo demuestra la cantidad de espectáculos donde no hay o es muy baja su aparición, o la poca cantidad de talleres de gran repercusión impartidos por ellas; pero no me quiero centrar tanto en cuál es su presencia, sino en cómo es dentro del circo ahora mismo. La mujer cirquera ha estado generalmente- aunque quiero recalcar que no siempre- ligada a una imagen en que se ensalzan más los aspectos de un “erotismo delicado” en vez de resaltar su técnica o su nivel.
Y aunque siga habiendo una mirada todavía tradicional hacia las cirqueras, ha surgido también, desde hace varios años, la idea de desmontar este estereotipo. Porque cuando se te ha etiquetado desde siempre como algo que no eres, llega un momento en que te toca romper con ello. Porque lo personal es político. Y el circo, además de una forma de ganarse la vida, es convertido también en una herramienta transgresora.
Y ahí reside el cambio de paradigma; aunque todavía no de forma inminente, esta nueva presencia se centra en una nueva forma de mirar el cuerpo de la mujer. Más concretamente, cómo ellas ven su propio cuerpo: es este, con estas características, estos límites, con esta forma de trabajo, con esta rutina. Esto es lo que yo he experimentado y probado con mi cuerpo, y ahora te lo enseño. Antes, mero espectáculo para tu forma de mirar. Ahora, tu espectáculo desde mi perspectiva. Mostrando mi habilidad, mi técnica y mi expresión. Y si quiero, mi erotismo. Así es como han surgido nuevos colectivos y compañías como PDF (portés de femmes), o la de Yäelle Antoine, o la performance mezclada con circo de Angela Laurier, Elena Zanzu y Layla Rosa, todas ellas con un denominador común: romper con el estereotipo clásico de la mujer dentro del circo. Y ya de paso, el de la mujer en general.
Por supuesto que se sigue dando la imagen más tradicional. Pero que quede claro: cada vez esta imagen tiene menos presencia, o por lo menos el camino va en esta dirección. Ahora la mujer se muestra como siempre ha sido: fuerte, con callos y con nivel en sus números. Con mucho nivel.
1) Darya Vintilova. Ucraniana, trapecista, veterana artista del Circo del Sol. Probablemente la actuación con más energía que he visto en directo. La capacidad de esta mujer de levantar al público, de transmitir su disfrute por los aires y los saltos que ejecuta hacen que sea una actuación difícilmente olvidable. Ojito a la suelta final.
2) Anni Küpper. Malabarista alemana, conocida en esta casa, donde se le tiene predilección. Anni ha ido forjando un estilo propio, muy centrado equilibrios y manipulaciones de mazas. Siempre presenta creaciones novedosas y suele gustar en escena. Además, ha colaborado con revistas de circo y en el blog se le tradujo un interesante texto sobre las mujeres malabaristas.
3) Ines Brunn. Que su ilustre y malabarístico apellido no lleve a confusión. Ines no hace malabares, hace trucos endiablados en su bici acrobática. Disciplina deportiva de mucha tradición en su Alemania natal, Ines supo darle el toque artístico necesario para lucir esas acrobacias. Además, tiene una curiosa historia personal: hace años se fue a vivir a China para gestionar allí una tienda de bicicletas tipo "fixie".
4) Selyna Bogino. Hija de la mítica antipodista Consuelo Reyes, de la que ya hablamos en la pasada entrega de Cirqueras. Selyna es italiana y, como artista criada en un circo, desde muy pequeña comenzó a destacar en los antipodismos. Su estilo es muy similar al de su madre, pero le añade un punto extra de energía y algunos trucos de muy alto nivel, sobre todo cuando llega la hora de manejar balones de baloncesto.
5) Jatta Borg. Verticalista finlandesa formada en Toulouse. A veces no hay mucho más que decir salvo: nivelazo e investigación. Mejor ver.
6) Marianna de Sanctis. El hula hoop siempre ha sido practicado mayoritariamente por mujeres. En los encuentros de circo es muy fácil ver a decenas practicando. Por desgracia, los números sobre escenario no abundan y suelen ser algo repetitivos. Afortunadamente podemos disfrutar de mujeres como Marianna, empeñada en romper con todo y ofrecer cosas muy novedosas.
7) Marie Molliens. Rasposo es una afamada compañía francesa de circo contemporáneo. La familia Molliens es la creadora, y Marie su principal artista. Multidisciplinar, Marie se atreve con las acrobacias, la barra rusa y los mano a mano, pero donde de verdad asombra es sobre el cable. Que nadie se pierda la posibilidad de verla en directo, es una maravilla de actuación.
Por hoy descansamos, pero hay muchas más cirqueras, no os lo perdáis.
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