Tristes noticias desde Alcorcón: el pasado 31 de octubre se notificó el cierre de la Escuela Municipal de Circo de Alcorcón (EMCA). El motivo es que este año no se ha sacado a concurso el espacio que habita la escuela, por lo que se exigió un alquiler dificilmente abordable para una escuela humilde como ésta.
Hace 14 años, en 1999, promovido por el entonces alcalde de Alcorcón, Enrique Casacallana, se cedió el espacio y comenzaron las actividades de la escuela. El responsable sería Gonzalo Arias, vicepresidente de la Asociación de Malabaristas, sustituido en 2011 por Javier Jiménez, director artístico y uno de los fundadores de Carampa, la escuela de circo de Madrid. Se ofrecieron cursos trimestrales muy baratos para todas las edades, en parte subvencionados, así como diversas actividades para el municipio. Pese a los cambios de alcaldía con las sucesivas elecciones, la escuela se mantuvo con sus diversas actividades. En 2011 gana las elecciones municipales David Pérez , utilizando los ataques al desproporcionado y fallido CREAA, entre otros, para obtener rédito político. La consecuencia fue que la EMCA perdió su subvención a principios de 2012, aunque mantuvo la cesión del espacio. Extraña situación en la que la escuela pierde su convenio y no consigue regularizar la situación por la imposibilidad de llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento. En este limbo, la escuela supo adaptarse a la nueva situación: "decidimos continuar y reorientar nuestro trabajo hacia los niños (...), y como espacio de creación cediendo y alquilando el espacio por un módico precio a grupos y artistas que lo necesitasen", explica Javier Jiménez.
Estos nuevos cursos tenían buena acogida, contando con más de 100 alumnos en el momento del cierre (85 niños y 20 adultos). Además, estaba prevista la inauguración, este mismo mes, del Centro de Documentación circense, una iniciativa única en esta Comunidad Autónoma, formada por material de la colección privada del propio Javier Jiménez. Otro proyecto chafado antes de salir.
A mediados de octubre les informan que la condición para quedarse es pagar el alquiler y el IBI, que juntos pueden sumar un coste de hasta 20.000-30.000 euros al año, inasumibles para la escuela (y dificilmente para casi ningún proyecto). Quedan, por tanto, varios trabajadores en el aire y decenas de alumnos con la incertidumbre de saber si van a continuar con sus cursos. Por ahora "hemos reubicado a los niños momentáneamente en el BonSite (espacio que utilizan en Alcorcón diversas asociaciones de circo) durante el mes de noviembre, y a algunos en Carampa los sábados. Más adelante, en enero, pensamos que la mayor parte de nuestros alumnos podrán seguir siéndolo en Carampa", explica Javier Jiménez.
Se acaba así, bruscamente, el espacio que acogió a más de 6000 alumnos y presenció cientos de funciones, amateurs y profesionales. Un espacio que había sido bien aceptado por el municipio y, sobre todo, por sus habitantes, siendo para muchos su entrada al mundo del circo. A la hora de entregar las llaves, símbolo de todo el espacio, se habían reunido unos cientos de personas apoyando la causa. Padres de alumnos, antiguos asistentes a cursos o, simplemente, aficionados al circo acudieron a mostrar su rechazo por el cierre de un espacio cultural sin un motivo claro. No hubo encierros ni protestas más activas por la fianza que el Consistorio aún debe a la escuela, depositada hace dos años.
Queda vacía y sin planes de futuro esta pequeña escuela que se había consolidado ya en el municipio. Una pérdida para el circo y para la cultura en general.
Adjunto otros medios que se han hecho eco de la noticia y, debajo, la carta que mandó la EMCA a sus socios y alumnos.
Enlaces relacionados:
Carta de la EMCA a sus socios, alumnos y amigos:
Estimados Amigos,
Es con mucha tristeza que nos vemos obligados de informarles del cierre de la ESCUELA MUNICIPAL DE CIRCO DE ALCORCÓN.
Tras casi 15 años: ofreciendo formación en circo, a niños, jóvenes, y adultos en la escuela, ofreciendo talleres a colectivos de índole muy diverso, ofreciendo espectáculos de circo de jóvenes artistas, participando de manera desinteresado en docenas de actividades socioculturales del municipio, la ciudad ha decidido no renovar la concesión del edificio que ha sido desde siempre su sede.
En estos años, Carampa ha hecho todo lo posible para que este proyecto, único en España —una Escuela Municipal de Circo— tuviera una repercusión mucho mayor que el gasto que supuso para el municipio en las áreas de juventud, cultura, social, de ocio…
Pero hay visiones políticas que no dan ningún valor a estos ámbitos, que se regodean en dar fin a las actividades que las nutren, y el gobierno de David Perez (PP) es uno de ellos. Elegido bajo una bandera destructora —“No vamos a abrir el centro de Creacion de las Artes CREaA”—, que de hecho hoy se mantiene como infraestructura fantasma, recolectando graffitis y cristales rotos, el equipo municipal ha seguido con su asalto al rico programa de Escuelas Municipales que siempre ha caracterizado el municipio de Alcorcón con el cierre de la Universidad Popular, tras más de 25 años, la Escuela de Teatro (20 años), la Escuela de Cine Cristina Rota, la escuela de flamenco de Antonio Canales, que hoy no es más que unos cursos en un centro cultural, y que no mantiene ninguna relación con el bailarín, y por último, el cierre de la EMCA.
Tras las elecciones municipales en 2011, la corporación nos planteó seguir en el espacio sin subvención municipal (de casi 70.000 euros a cero…), y decidimos intentar reinventar el programa para mantener con vida un espacio que en todo caso podría seguir sirviendo a niños, aficionados y profesionales para la práctica y disfrute de la actividad circense. Dos años más tarde, habíamos conseguido hacer crecer los grupos de niños, ofreciendo a más de 80 niños y jóvenes de la zona, en 7 grupos, una actividad circense que hasta el final fue muy bien valorado por ellos y sus familias.
Habíamos ofrecido cursos intensivos que no cabían en la carpa, acogido intercambios con otras escuelas europeas, puesto el espacio a disposición de grupos de investigación en malabares y acrobacia. El espacio estaba abierto para compañías emergentes de Madrid, en proceso de creación (no enumero porque la lista es larga), y vinculado al programa Jeunes Talents du Cirque Europeo, principal y ejemplar programa de apoyo a la creación circense en Europa. Por último, se había instalado un Centro de Documentación Circense, inédito en España, donde la biblioteca de Carampa se unía a la incomparable colección privada de nuestro presidente, para facilitar la investigación en circo a todo aquel con ganas de saber más sobre nuestro arte.
Lamentamos que todo esto no significa nada para un ayuntamiento prepotente pero sin rumbo. En nuestras conversaciones con Antonio Galindo, Concejal de Cultura (me ahorro el “Don” como signo de respecto, porque no lo tengo para esta persona) “Queremos el sitio para poder alquilarlo o venderlo para paliar la deuda municipal”. “A lo mejor nos interesa, cuanto sería el alquiler?” “Bueno, por los metros cuadrados, entre 12 y 15.000 euros al año, más el IBI, que sería unos 20.000€, digamos: 30.000€ al año, más calefacción y mantenimiento.” A continuación, reconoció que seguramente, a este precio, no le iba a interesar a nadie.
Ellos mismos reconocen el fracaso de su idea de utilizar estos espacios municipales para generar ingresos, pero se aferran con obstinación a la necesidad de tener los espacios vacíos, por si alguien los podría querer. En el mismo edificio donde el área de cultura tiene sus oficinas, han cerrado el bar por pedir un canon imposible: resultado, ni cafetería, ni tres puestos de trabajo para quienes lo llevaban, ni ingreso para el municipio! Pero no por no tener sentido, van a reconsiderar esta estrategia.
Yo me pregunto si esta política de destrucción de la vida municipal ha cumplido con su objetivo: reducir la deuda de Alcorcón. En la misma conversación, el concejal de cultura nombró la misma cifra de deuda que lanzaban durante la campaña electoral. Tras dos años y medio de recortes en determinadas cosas, ¡no se ha bajado nada!
En fin, así serán las cosas hasta que cambien. Nos vamos con la cabeza alta, orgullosos del proyecto que hemos desarrollado durante estos años, y a sabiendas de que el fin del proyecto no tiene que ver con nosotros, ni con una falta de rigor, ni con una falta de atención a los niños con los que compartíamos nuestra pasión por el circo. Nos vamos sabiendo que en casi 15 años no había habido ni una sola incidencia significativa: nada que se podría criticar como falta de profesionalidad en el conducir del proyecto, ni en el cuidado del espacio que se nos confió.
Nos vamos sabiendo que, por el contrario, ha habido muchas aportaciones a la vida cultural y social del municipio, a través de participación en eventos, y colaboraciones con entidades locales. Nos vamos sabiendo que casi 6.000 niños y jóvenes han pasado, felices, por nuestros cursos, y casi 15.000 espectadores han disfrutado del buen hacer de docenas de artistas del entorno de Carampa.
Y nos vamos tristes porque la energía, y el amor aportado a este proyecto por docenas de personas se haya disipado al viento por personas que no merecen tener la autoridad para hacerlo.
Así que el día 31 de Octubre, a las 20:00, entregábamos las llaves al ayuntamiento, curiosos para ver cuál será el destino de esta nave que antes de nuestra llegada no era más que un trastero, y que en los años de la EMCA ofreció mucho a muchos. Una desgracia.
Entretanto, aquí en la carpa, hacemos lo posible para defender nuestro proyecto, y para defender la cultura en general, ante un asalto que no merecemos. Gracias por estar con nosotros en estos tiempos tan complicados.
Hace 14 años, en 1999, promovido por el entonces alcalde de Alcorcón, Enrique Casacallana, se cedió el espacio y comenzaron las actividades de la escuela. El responsable sería Gonzalo Arias, vicepresidente de la Asociación de Malabaristas, sustituido en 2011 por Javier Jiménez, director artístico y uno de los fundadores de Carampa, la escuela de circo de Madrid. Se ofrecieron cursos trimestrales muy baratos para todas las edades, en parte subvencionados, así como diversas actividades para el municipio. Pese a los cambios de alcaldía con las sucesivas elecciones, la escuela se mantuvo con sus diversas actividades. En 2011 gana las elecciones municipales David Pérez , utilizando los ataques al desproporcionado y fallido CREAA, entre otros, para obtener rédito político. La consecuencia fue que la EMCA perdió su subvención a principios de 2012, aunque mantuvo la cesión del espacio. Extraña situación en la que la escuela pierde su convenio y no consigue regularizar la situación por la imposibilidad de llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento. En este limbo, la escuela supo adaptarse a la nueva situación: "decidimos continuar y reorientar nuestro trabajo hacia los niños (...), y como espacio de creación cediendo y alquilando el espacio por un módico precio a grupos y artistas que lo necesitasen", explica Javier Jiménez.
Estos nuevos cursos tenían buena acogida, contando con más de 100 alumnos en el momento del cierre (85 niños y 20 adultos). Además, estaba prevista la inauguración, este mismo mes, del Centro de Documentación circense, una iniciativa única en esta Comunidad Autónoma, formada por material de la colección privada del propio Javier Jiménez. Otro proyecto chafado antes de salir.
A mediados de octubre les informan que la condición para quedarse es pagar el alquiler y el IBI, que juntos pueden sumar un coste de hasta 20.000-30.000 euros al año, inasumibles para la escuela (y dificilmente para casi ningún proyecto). Quedan, por tanto, varios trabajadores en el aire y decenas de alumnos con la incertidumbre de saber si van a continuar con sus cursos. Por ahora "hemos reubicado a los niños momentáneamente en el BonSite (espacio que utilizan en Alcorcón diversas asociaciones de circo) durante el mes de noviembre, y a algunos en Carampa los sábados. Más adelante, en enero, pensamos que la mayor parte de nuestros alumnos podrán seguir siéndolo en Carampa", explica Javier Jiménez.
Se acaba así, bruscamente, el espacio que acogió a más de 6000 alumnos y presenció cientos de funciones, amateurs y profesionales. Un espacio que había sido bien aceptado por el municipio y, sobre todo, por sus habitantes, siendo para muchos su entrada al mundo del circo. A la hora de entregar las llaves, símbolo de todo el espacio, se habían reunido unos cientos de personas apoyando la causa. Padres de alumnos, antiguos asistentes a cursos o, simplemente, aficionados al circo acudieron a mostrar su rechazo por el cierre de un espacio cultural sin un motivo claro. No hubo encierros ni protestas más activas por la fianza que el Consistorio aún debe a la escuela, depositada hace dos años.
Queda vacía y sin planes de futuro esta pequeña escuela que se había consolidado ya en el municipio. Una pérdida para el circo y para la cultura en general.
Adjunto otros medios que se han hecho eco de la noticia y, debajo, la carta que mandó la EMCA a sus socios y alumnos.
Enlaces relacionados:
- Artículo de Beatriz Marín para NoticiasparaGetafe
- Artículo en Al Cabo de la Calle.
- Noticia en Gente de Alcorcón
- Blog de Natalia de Andrés.
- Petición de firmas en apoyo a la EMCA en Change.org
Fotografías cortesía de Javier Jiménez
Carta de la EMCA a sus socios, alumnos y amigos:
Estimados Amigos,
Es con mucha tristeza que nos vemos obligados de informarles del cierre de la ESCUELA MUNICIPAL DE CIRCO DE ALCORCÓN.
Tras casi 15 años: ofreciendo formación en circo, a niños, jóvenes, y adultos en la escuela, ofreciendo talleres a colectivos de índole muy diverso, ofreciendo espectáculos de circo de jóvenes artistas, participando de manera desinteresado en docenas de actividades socioculturales del municipio, la ciudad ha decidido no renovar la concesión del edificio que ha sido desde siempre su sede.
En estos años, Carampa ha hecho todo lo posible para que este proyecto, único en España —una Escuela Municipal de Circo— tuviera una repercusión mucho mayor que el gasto que supuso para el municipio en las áreas de juventud, cultura, social, de ocio…
Pero hay visiones políticas que no dan ningún valor a estos ámbitos, que se regodean en dar fin a las actividades que las nutren, y el gobierno de David Perez (PP) es uno de ellos. Elegido bajo una bandera destructora —“No vamos a abrir el centro de Creacion de las Artes CREaA”—, que de hecho hoy se mantiene como infraestructura fantasma, recolectando graffitis y cristales rotos, el equipo municipal ha seguido con su asalto al rico programa de Escuelas Municipales que siempre ha caracterizado el municipio de Alcorcón con el cierre de la Universidad Popular, tras más de 25 años, la Escuela de Teatro (20 años), la Escuela de Cine Cristina Rota, la escuela de flamenco de Antonio Canales, que hoy no es más que unos cursos en un centro cultural, y que no mantiene ninguna relación con el bailarín, y por último, el cierre de la EMCA.
Tras las elecciones municipales en 2011, la corporación nos planteó seguir en el espacio sin subvención municipal (de casi 70.000 euros a cero…), y decidimos intentar reinventar el programa para mantener con vida un espacio que en todo caso podría seguir sirviendo a niños, aficionados y profesionales para la práctica y disfrute de la actividad circense. Dos años más tarde, habíamos conseguido hacer crecer los grupos de niños, ofreciendo a más de 80 niños y jóvenes de la zona, en 7 grupos, una actividad circense que hasta el final fue muy bien valorado por ellos y sus familias.
Habíamos ofrecido cursos intensivos que no cabían en la carpa, acogido intercambios con otras escuelas europeas, puesto el espacio a disposición de grupos de investigación en malabares y acrobacia. El espacio estaba abierto para compañías emergentes de Madrid, en proceso de creación (no enumero porque la lista es larga), y vinculado al programa Jeunes Talents du Cirque Europeo, principal y ejemplar programa de apoyo a la creación circense en Europa. Por último, se había instalado un Centro de Documentación Circense, inédito en España, donde la biblioteca de Carampa se unía a la incomparable colección privada de nuestro presidente, para facilitar la investigación en circo a todo aquel con ganas de saber más sobre nuestro arte.
Lamentamos que todo esto no significa nada para un ayuntamiento prepotente pero sin rumbo. En nuestras conversaciones con Antonio Galindo, Concejal de Cultura (me ahorro el “Don” como signo de respecto, porque no lo tengo para esta persona) “Queremos el sitio para poder alquilarlo o venderlo para paliar la deuda municipal”. “A lo mejor nos interesa, cuanto sería el alquiler?” “Bueno, por los metros cuadrados, entre 12 y 15.000 euros al año, más el IBI, que sería unos 20.000€, digamos: 30.000€ al año, más calefacción y mantenimiento.” A continuación, reconoció que seguramente, a este precio, no le iba a interesar a nadie.
Ellos mismos reconocen el fracaso de su idea de utilizar estos espacios municipales para generar ingresos, pero se aferran con obstinación a la necesidad de tener los espacios vacíos, por si alguien los podría querer. En el mismo edificio donde el área de cultura tiene sus oficinas, han cerrado el bar por pedir un canon imposible: resultado, ni cafetería, ni tres puestos de trabajo para quienes lo llevaban, ni ingreso para el municipio! Pero no por no tener sentido, van a reconsiderar esta estrategia.
Yo me pregunto si esta política de destrucción de la vida municipal ha cumplido con su objetivo: reducir la deuda de Alcorcón. En la misma conversación, el concejal de cultura nombró la misma cifra de deuda que lanzaban durante la campaña electoral. Tras dos años y medio de recortes en determinadas cosas, ¡no se ha bajado nada!
En fin, así serán las cosas hasta que cambien. Nos vamos con la cabeza alta, orgullosos del proyecto que hemos desarrollado durante estos años, y a sabiendas de que el fin del proyecto no tiene que ver con nosotros, ni con una falta de rigor, ni con una falta de atención a los niños con los que compartíamos nuestra pasión por el circo. Nos vamos sabiendo que en casi 15 años no había habido ni una sola incidencia significativa: nada que se podría criticar como falta de profesionalidad en el conducir del proyecto, ni en el cuidado del espacio que se nos confió.
Nos vamos sabiendo que, por el contrario, ha habido muchas aportaciones a la vida cultural y social del municipio, a través de participación en eventos, y colaboraciones con entidades locales. Nos vamos sabiendo que casi 6.000 niños y jóvenes han pasado, felices, por nuestros cursos, y casi 15.000 espectadores han disfrutado del buen hacer de docenas de artistas del entorno de Carampa.
Y nos vamos tristes porque la energía, y el amor aportado a este proyecto por docenas de personas se haya disipado al viento por personas que no merecen tener la autoridad para hacerlo.
Así que el día 31 de Octubre, a las 20:00, entregábamos las llaves al ayuntamiento, curiosos para ver cuál será el destino de esta nave que antes de nuestra llegada no era más que un trastero, y que en los años de la EMCA ofreció mucho a muchos. Una desgracia.
Entretanto, aquí en la carpa, hacemos lo posible para defender nuestro proyecto, y para defender la cultura en general, ante un asalto que no merecemos. Gracias por estar con nosotros en estos tiempos tan complicados.
Tan triste...
ResponderEliminarMuy triste.
ResponderEliminarUna pena. Un abrazo des de Catalunya!
ResponderEliminarEs de juzgado de Guardia , 30.000 Euros para el Premio Nacional de Circo , y a la mierda una propuesta
ResponderEliminarsolidaria con los niños de Alcorcón este Ministerio de cultura y Deportes será recordado como
el rompe corazones del circo besos