Hace poco, leyendo el número 110 la revista Kaskade, me encontré con este artículo de la malabarista alemana Anni Küpper acerca de las mujeres malabaristas. Siempre me ha parecido un tema interesantísimo el tema de cómo se reparten los géneros las distintas especialidades circenses (en verdad, la vida en general), pese al dogma de "somos iguales". El malabarismo es eminentemente masculino y las mujeres parecen confinadas a unas pocas especialidades, sin que haya un motivo claro. Al parecerme una buena reflexión, le pedí permiso a Anni para traducirla y publicarla aquí. Espero que a vosotros también os resulte interesante, hay mucho que hablar sobre el tema. Gracias Anni.
Me llamo Anni y soy una malabarista profesional especializada en malabarismo con mazas y en la manipulación de mazas. Desde 2009 he estado estudiando en la Academia de Circo y Artes Escénicas (ACaPA) en Tilburg (Países Bajos), donde terminaré con una licenciatura este verano. El número de mujeres que hacen malabarismo contemporáneo a nivel profesional es muy pequeño comparado con el número de hombres malabaristas. Desde luego existen algunas malabaristas de altísimo nivel en Europa, pero ¿os habéis parado a pensar cuántos nombres de mujeres malabaristas profesionales podéis enumerar espontáneamente? Escribid todos los nombres que os vengan a la mente, luego haz una segunda lista con los malabaristas hombres que puedes recordar. Para la mayoría, la segunda lista será terminada antes y con más nombres.
Otra imagen que puede ayudar a aclarar la situación. si miras a las grandes escuelas de circo en Europa sólo encontrarán algunas pocas mujeres que se especializan en malabares. En la ACaPA tenemos un gran número de mujeres malabaristas (comparativamente): tres de los siete malabaristas son chicas. La proporción en Lido (Toulouse) es de una de nueve. Hay tres mujeres en Rotterdam y una en Brusselas, pero todas combinando malabares con otras disciplinas. En París y en Estocolmo no hay ninguna chica malabarista. Las malabaristas profesionales son escasas, el malabarismo es de dominio masculino.
¿Por qué las mujeres muestran menos interés en malabares que en otras disciplinas circenses? En ausencia de una verdad única, tenemos a apoyarnos en los estereotipos para responder esta pregunta: el aspecto matemático del malabarismo parece más apropiado a la naturaleza masculina; las mujeres que hacen malabares prefieren variantes menos matemáticas, como el contact o los hula-hoops. que están más basados en la conciencia del cuerpo y deja más espacio a la expresión física, etc. Los estereotipos pueden reflejar la verdad hasta cierto punto, pero carecemos de argumentos veraces.
De todas formas, es un hecho que ser pocas malabaristas tiene sus ventajas. La escasex aumenta el interés y, por tanto el valor de mercado. Como mujer, es estadísticamente más fácil acceder a una compañía como los Gandini, que intentan mantener un equilibrio de géneros. Además yo he experimentado situaciones (tanto con mi número en solitario como parte de La Colection) en los que fui contratada para actuar precisamente por ser una mujer. Esto posiblemente se deba al intento de aumentar el porcentaje de mujeres en un show, o porque era un show formado sólo por mujeres artistas, o para dar una cierta imagen al público.
Una pregunta me viene automáticamente a la mente: ¿es el nivel técnico menos relevante en mujeres que en hombres? Viendo que mis posibilidades de ser contratada para una Gala son mayores por ser una mujer, ¿cómo serían estas posibilidades si yo fuera un hombre? No importa cuál será la respuesta, siempre que la proporción de hombres y mujeres en los malabares se mantenga desigual, la feminidad estará siempre presente a la hora de evaluar nuestro trabajo.
El hecho de que el nivel técnico se tiene en cuenta en todos, esto me provoca una reacción muy simple (y en otras mujeres malabaristas también): especialmente como mujeres no debemos relajarnos y confiar en nuestras ventajas basadas en el género, si no que debemos ser más atrevidas, más ambiciosas respecto a nuestro nivel técnico, para que la dichosa pregunta pierda su valor.
La pregunta también se anula cuando hay los mismos hombres que mujeres malabareando. Imagina que visitas una EJC (Encuentro Europeo de Malabaristas) y en el gimnasio encuentras mujeres haciendo "malabarismo de números", ganando un combate (o gladiator), participando en una Jam, ¡o lo que sea!. Sería fantástico. Me gustaría eliminar todas las ventajas que tengo como mujer malabarista sólo si estuviera a la par con los malabaristas y pudiera tener una evaluación más objetiva de mi trabajo. Por eso mismo: ¡haced que las chicas hagan malabares!
NOTA: esta entrada viene muy al hilo de esta otra que ha publicado la IJA sobre algunas de las grandes malabaristas de la historia, muy interesante: ezine.juggle.org/2013/08/05/10-female-juggling-stars-of-the-past/
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Me llamo Anni y soy una malabarista profesional especializada en malabarismo con mazas y en la manipulación de mazas. Desde 2009 he estado estudiando en la Academia de Circo y Artes Escénicas (ACaPA) en Tilburg (Países Bajos), donde terminaré con una licenciatura este verano. El número de mujeres que hacen malabarismo contemporáneo a nivel profesional es muy pequeño comparado con el número de hombres malabaristas. Desde luego existen algunas malabaristas de altísimo nivel en Europa, pero ¿os habéis parado a pensar cuántos nombres de mujeres malabaristas profesionales podéis enumerar espontáneamente? Escribid todos los nombres que os vengan a la mente, luego haz una segunda lista con los malabaristas hombres que puedes recordar. Para la mayoría, la segunda lista será terminada antes y con más nombres.
Otra imagen que puede ayudar a aclarar la situación. si miras a las grandes escuelas de circo en Europa sólo encontrarán algunas pocas mujeres que se especializan en malabares. En la ACaPA tenemos un gran número de mujeres malabaristas (comparativamente): tres de los siete malabaristas son chicas. La proporción en Lido (Toulouse) es de una de nueve. Hay tres mujeres en Rotterdam y una en Brusselas, pero todas combinando malabares con otras disciplinas. En París y en Estocolmo no hay ninguna chica malabarista. Las malabaristas profesionales son escasas, el malabarismo es de dominio masculino.
¿Por qué las mujeres muestran menos interés en malabares que en otras disciplinas circenses? En ausencia de una verdad única, tenemos a apoyarnos en los estereotipos para responder esta pregunta: el aspecto matemático del malabarismo parece más apropiado a la naturaleza masculina; las mujeres que hacen malabares prefieren variantes menos matemáticas, como el contact o los hula-hoops. que están más basados en la conciencia del cuerpo y deja más espacio a la expresión física, etc. Los estereotipos pueden reflejar la verdad hasta cierto punto, pero carecemos de argumentos veraces.
De todas formas, es un hecho que ser pocas malabaristas tiene sus ventajas. La escasex aumenta el interés y, por tanto el valor de mercado. Como mujer, es estadísticamente más fácil acceder a una compañía como los Gandini, que intentan mantener un equilibrio de géneros. Además yo he experimentado situaciones (tanto con mi número en solitario como parte de La Colection) en los que fui contratada para actuar precisamente por ser una mujer. Esto posiblemente se deba al intento de aumentar el porcentaje de mujeres en un show, o porque era un show formado sólo por mujeres artistas, o para dar una cierta imagen al público.
Una pregunta me viene automáticamente a la mente: ¿es el nivel técnico menos relevante en mujeres que en hombres? Viendo que mis posibilidades de ser contratada para una Gala son mayores por ser una mujer, ¿cómo serían estas posibilidades si yo fuera un hombre? No importa cuál será la respuesta, siempre que la proporción de hombres y mujeres en los malabares se mantenga desigual, la feminidad estará siempre presente a la hora de evaluar nuestro trabajo.
El hecho de que el nivel técnico se tiene en cuenta en todos, esto me provoca una reacción muy simple (y en otras mujeres malabaristas también): especialmente como mujeres no debemos relajarnos y confiar en nuestras ventajas basadas en el género, si no que debemos ser más atrevidas, más ambiciosas respecto a nuestro nivel técnico, para que la dichosa pregunta pierda su valor.
La pregunta también se anula cuando hay los mismos hombres que mujeres malabareando. Imagina que visitas una EJC (Encuentro Europeo de Malabaristas) y en el gimnasio encuentras mujeres haciendo "malabarismo de números", ganando un combate (o gladiator), participando en una Jam, ¡o lo que sea!. Sería fantástico. Me gustaría eliminar todas las ventajas que tengo como mujer malabarista sólo si estuviera a la par con los malabaristas y pudiera tener una evaluación más objetiva de mi trabajo. Por eso mismo: ¡haced que las chicas hagan malabares!
NOTA: esta entrada viene muy al hilo de esta otra que ha publicado la IJA sobre algunas de las grandes malabaristas de la historia, muy interesante: ezine.juggle.org/2013/08/05/10-female-juggling-stars-of-the-past/
Tradicionalmente se obligaba a la gente a practicar una disciplina u otra en función de sus capacidades. Eso ya no pasa en Europa salvo en algún reducto de circo tradicional que no me interesa. Me cansa este tema. Las mujeres no están "confinadas" a ninguna disciplina en las escuelas de circo ni tampoco lo estamos los hombres. Las escuelas de circo que conozco me parecen un ejemplo para la sociedad de respeto a las personas más allá del sexo, raza o religión. La gente elige libremente lo que quiere hacer y resulta que sí, que hay más chicos haciendo malabares y más chicas haciendo telas, por ejemplo. ¿Dónde está el problema si todos elegimos libremente? Igual habría que mirar mas allá, abandonar las clasificación por sexos, razas o clase social, dejar ya de pensar en chicos y chicas y darse cuenta de que somos personas, todas diferentes, que nos queremos expresar a través del circo. Que cada persona elija libremente que disciplina quiere practicar es el objetivo, y si algo o alguien no lo permite, hay que eliminarlo de raíz y sin concesiones. Ea, ya está. Me solté.
ResponderEliminarGracias por desahogarte Davel. En parte tienes razón, pero el trasfondo de esta reflexión va más allá: ¿por qué hay juguetes que las niñas cogen ya desde que tienen meses de edad y no los niños? ¿por qué los niños quieren ser futbolistas o ingenieros y las chicas profesoras o sanitarias?, etc, etc. Suponemos que estamos en una libre elección, pero hay imposiciones sociales (y, seguramente genéticas) para que esto haya sido así en casi todas las sociedades de la historia. Y el circo no se iba a escapar de esta segregación por sexos.
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ResponderEliminarEntiendo los motivos del debate. Está claro que la libertad de elección está condicionada o limitada en todos los ámbitos. A veces por la sociedad, a veces por la naturaleza, a veces por razones indescifrables. Esas limitaciones afectan a la mayoría de las personas y este debate habla de esa mayoría. Sin embargo, una minoría consigue librarse de ellas y hacer lo que quieren esquivando todos los obstáculos. Me parece mucho más interesante hablar de esa minoría que lo consigue, ver cómo lo hacen, qué es lo les resulta más dificil. Igual así la mayoría aprendería a librarse de las limitaciones. En fin, ¡que yo es que soy más de minorías de esas que dan ejemplo!
ResponderEliminar¡Gracias por el blog!
Pues si siendo mujer es más fácil que te contraten, hay una discriminación hacia los hombres.
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