Nuevo municipio, nuevas fechas, pero el mismo encuentro de otros años. Es la sexta ocasión en que los miembros de la Asociación de Malabaristas de Zaragoza (AMZ, "maceteros" para los amigos) organizan un encuentro, lo que lo sitúa entre los más veteranos de España. Los maños siguen con fuerzas y poder de convocatoria, nada extraño viendo la energía que perdura en su asociación 20 años después de su creación.
Del 13 al 15 de abril fuimos convocados en Utebo, localidad colindante a Zaragoza. Contaron con unas buenas instalaciones integradas en un instituto cercano, con pabellón 24 horas protegido del despiadado cierzo, duchas calientes, zona de acampada y salas para dormir a cubierto.
El viernes por la tarde se abrieron las puertas, primeros saludos con viejos conocidos y primeros talleres para los preinscritos. La AMZ aprovechó también esa semana para implicar al pueblo de Utebo en las actividades, organizando talleres para niños y sacando a la plaza los números de calle.
Al poco de terminar arrancaron los conciertos, una de las señas de identidad de los encuentros maños. Tras Les Bartöls siguieron unos divertidísimos y estrambóticos Dadá Rock, que nos acompañaron hasta que las fuerzas aguantaron.
El sábado empezó con algunos (escasos) talleres en el pabellón y posteriormente con el gran espectáculo de calle de Circoactivo. Sin duda, esta compañía unipersonal de Iván Alone fue de lo mejor del encuentro. Da gusto ver artistas capaces de entretener y divertir ellos solitos a todo el público, jugando con los "voluntarios", manejando con soltura los ritmos y asombrando con sus rutinas y acrobacias. Chapó.
Por la tarde fallaron los talleres pero el pabellón se llenó de gente con muchas ganas de entrenar. Ahí es donde se vió el gran nivel de los participantes. Luego llegaría el segundo número de calle, a cargo de la compañía Capicúa, a la que el fuerte viento y su ritmo pausado no consiguieron enganchar tanto con el público. A destacar la actuación de trapecio a dúo de las hermanas Gutiérrez.
Llegaba el momento de la Gala, el plato fuerte de cualquier encuentro. Sabiendo la capacidad de convocatoria de la organización (y alguna filtración de nombres), se había creado espectación. Y no defraudó en absoluto. Abrió la gala un miembro honorífico de la AMZ, Javier Masip "Alfajarín", que a sus 77 años sigue mostrando, en plena forma, sus equilibrios y malabares campestres y autodidactas. Presentaba Diego Peña, un humorista local que a base de chistes malos contados con gracia y ocurrentes monólogos se fue metiendo al público en el bolsillo. Los Hermanos Infoncundibles presentaron un espectáculo menos visto, pero con sus señas de identidad que les han llevado a triunfar: música (ukelele eléctrico), humor, malabares muy técnicos y muchas tablas. El mago Sergio Cisneros dió el toque diferente que necesita toda gala; es divertido, se encuentra a gusto en escena y exprime a los "voluntarios", gran actuación. Carola fue la gran sorpresa de la noche, confirmada a última hora, presentó un número de aro aéreo moderno, bien pensado, con un personaje perturbado que ofrece pinceladas de humor, mientras nos muestra complicadas figuras y transiciones. Merecidísima la ovación.
El siguiente fue el turno de David Jaled, de la AMZ, con su bonito número de rebote perfectamente coordinados con un animado sirtaki. Además fue el momento emotivo de la noche al anunciar su próxima paternidad. Sofie et Tuk, que vinieron desde Dinamarca para mostrar una bonita y divertida rutina de mano a mano sin música. Se acercaba el final y Silver presentaba su número renovado en un encuentro por primera vez; que cuando se incorpora Chefa acompañando musicalmente y los fallos se reducen, se convierte en un numerazo. Marianna de Sanctis hizo un espectacular número de hula sin música, con un personaje enfadado con el mundo, lleno de investigación. Y llegó el colofón final, el mismísimo Toby Walker, referencia mundial con un número en que las formas se reducen al mínimo para mostrar malabares en estado puro, al máximo nivel.
El domingo cumplió el horario establecido, con un breve pasacalles y unas olimpiadas aún más breves, donde el cierzo ganó todas las pruebas, incluida la lanzada. Lentejas para todos y la hora de las despedidas, picando el gusanillo hasta el próximo encuentro. Enhorabuena a toda la organización de la AMZ y a Utebo por acoger el encuentro. ¡Por muchos años!
Gracias a Mai Mei por las fotografías y a Carlos Such por ayudarme con la crónica.
Del 13 al 15 de abril fuimos convocados en Utebo, localidad colindante a Zaragoza. Contaron con unas buenas instalaciones integradas en un instituto cercano, con pabellón 24 horas protegido del despiadado cierzo, duchas calientes, zona de acampada y salas para dormir a cubierto.
El viernes por la tarde se abrieron las puertas, primeros saludos con viejos conocidos y primeros talleres para los preinscritos. La AMZ aprovechó también esa semana para implicar al pueblo de Utebo en las actividades, organizando talleres para niños y sacando a la plaza los números de calle.
Algo más de hora y media duró un
emocionante Mañoret, magníficamente orquestado por el mago
presentador PepínBanzo y con el acompañamiento del grupo Les Bartöls,
que pusieron la guinda con música en directo. Un entregado Inercio Centrípeto abrió
el cabaret con sus mazas y equilibrios, y tras él, Turro con un número de cuerda (aérea);
Margallo Malfario y sus pelotas de rebote; Flur (Hnos Torpez) con una bonita y calmada rutina de bolas de contact;
los clowns Lenta, y Kakim y Lorena, Noche con telas aéreas y cerrando
el cabaret Edu Manazas con un arriesgado número de pelotas de mucho
nivel, que cayeron más de lo que merecía. El público, muy entregado desde el
inicio, pudo comprobar que la A.M.Z. tiene mucho que mostrar tanto
fuera como dentro del escenario.
Al poco de terminar arrancaron los conciertos, una de las señas de identidad de los encuentros maños. Tras Les Bartöls siguieron unos divertidísimos y estrambóticos Dadá Rock, que nos acompañaron hasta que las fuerzas aguantaron.
El sábado empezó con algunos (escasos) talleres en el pabellón y posteriormente con el gran espectáculo de calle de Circoactivo. Sin duda, esta compañía unipersonal de Iván Alone fue de lo mejor del encuentro. Da gusto ver artistas capaces de entretener y divertir ellos solitos a todo el público, jugando con los "voluntarios", manejando con soltura los ritmos y asombrando con sus rutinas y acrobacias. Chapó.
Por la tarde fallaron los talleres pero el pabellón se llenó de gente con muchas ganas de entrenar. Ahí es donde se vió el gran nivel de los participantes. Luego llegaría el segundo número de calle, a cargo de la compañía Capicúa, a la que el fuerte viento y su ritmo pausado no consiguieron enganchar tanto con el público. A destacar la actuación de trapecio a dúo de las hermanas Gutiérrez.
Llegaba el momento de la Gala, el plato fuerte de cualquier encuentro. Sabiendo la capacidad de convocatoria de la organización (y alguna filtración de nombres), se había creado espectación. Y no defraudó en absoluto. Abrió la gala un miembro honorífico de la AMZ, Javier Masip "Alfajarín", que a sus 77 años sigue mostrando, en plena forma, sus equilibrios y malabares campestres y autodidactas. Presentaba Diego Peña, un humorista local que a base de chistes malos contados con gracia y ocurrentes monólogos se fue metiendo al público en el bolsillo. Los Hermanos Infoncundibles presentaron un espectáculo menos visto, pero con sus señas de identidad que les han llevado a triunfar: música (ukelele eléctrico), humor, malabares muy técnicos y muchas tablas. El mago Sergio Cisneros dió el toque diferente que necesita toda gala; es divertido, se encuentra a gusto en escena y exprime a los "voluntarios", gran actuación. Carola fue la gran sorpresa de la noche, confirmada a última hora, presentó un número de aro aéreo moderno, bien pensado, con un personaje perturbado que ofrece pinceladas de humor, mientras nos muestra complicadas figuras y transiciones. Merecidísima la ovación.El siguiente fue el turno de David Jaled, de la AMZ, con su bonito número de rebote perfectamente coordinados con un animado sirtaki. Además fue el momento emotivo de la noche al anunciar su próxima paternidad. Sofie et Tuk, que vinieron desde Dinamarca para mostrar una bonita y divertida rutina de mano a mano sin música. Se acercaba el final y Silver presentaba su número renovado en un encuentro por primera vez; que cuando se incorpora Chefa acompañando musicalmente y los fallos se reducen, se convierte en un numerazo. Marianna de Sanctis hizo un espectacular número de hula sin música, con un personaje enfadado con el mundo, lleno de investigación. Y llegó el colofón final, el mismísimo Toby Walker, referencia mundial con un número en que las formas se reducen al mínimo para mostrar malabares en estado puro, al máximo nivel.
El domingo cumplió el horario establecido, con un breve pasacalles y unas olimpiadas aún más breves, donde el cierzo ganó todas las pruebas, incluida la lanzada. Lentejas para todos y la hora de las despedidas, picando el gusanillo hasta el próximo encuentro. Enhorabuena a toda la organización de la AMZ y a Utebo por acoger el encuentro. ¡Por muchos años!
Gracias a Mai Mei por las fotografías y a Carlos Such por ayudarme con la crónica.
Vaya...me perdí la foto de grupo de la organizacion...joooo...¿me podeis poner con photoshop?Jee
ResponderEliminarEnhorabuena!!!!!
Chus